El futuro tecnológico que nos imaginábamos, ese en el que las máquinas hablaban entre ellas y nos ayudaban a resolver nuestros problemas diarios, ya llegó.
Esto es conocido como el Internet de las Cosas (IoT), un concepto que se describe como la interconexión digital que hay entre dispositivos que envían y reciben datos entre sí, sin requerir la interacción humana.
Los vehículos hacen parte de ese nuevo mundo de las máquinas interconectadas, por eso, si tu trabajo está relacionado con el control y administración de uno o varios vehículos, esta información te interesará.
¿Cómo aprovechar los beneficios del IoT con el monitoreo satelital?
Cuando tu vehículo tiene instalado un dispositivo de monitoreo satelital, entra inmediatamente al mundo del Internet de las Cosas, ya que a través de ese dispositivo queda conectado a otra máquina que recibe la información de lo que está pasando con el vehículo en tiempo real.
¿Qué se puede lograr con esto?
- Recoger datos a través de esta tecnología permite a los controladores de vehículos y flotas conocer los hábitos de conducción del conductor, excesos de velocidad y aceleradas bruscas, recibiendo notificaciones inmediatas al correo electrónico.
- Controlar los tiempos y kilómetros recorridos, horas de encendido, horarios de inicio y fin de la ruta, no solo desde un computador sino también desde el smartphone en aplicaciones móviles, disponiendo de la información en la palma de la mano.
- Utilizar además accesorios para controlar otras variables de la operación, como la apertura de puerta, la temperatura de la carga o a través de tarjetas de identificación saber quién va conduciendo el vehículo.
Los vehículos o empresas que cuentan con esta tecnología tienen una ventaja absoluta frente a otras: 1. Reducción de costos al optimizar el recurso, 2. Tener información en tiempo real para tomar decisiones más inteligentes y rápidas.
Las oportunidades que trae el Internet de las Cosas son muchas. Lo importante es aprender a utilizar la información que entrega esta tecnología, entender el poder que tiene dentro de la operación de transporte, y tomar decisiones para mejorar el desempeño de los vehículos.